La formación de un Maestro no aparece por generación espontánea. Precisa de largo tiempo y de vocación profunda, acumulando experiencia sobre experiencia en su prolongada etapa de dedicación, primero como alumno con la práctica personal y cons-
tante, hasta dominar con rigor y profundidad el arte marcial.Sigue luego el estudio, la investigación y la entrega a la enseñanza.
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